Todo parecía marchar bien
en F@nt@syL@nd
hasta que, finalmente,
en una esplendorosa epifanía
(quizás derivada de ese
sentimiento de mea-culpa
político-publicitaria)
¡VI LA LUUUZ!
Bueno, con honestidad, no vi un c☺︎ñ☺︎...
Pero al sumar variada experiencia publicitaria
(de 'sabelotodo' no-académico, experto en nada)
sí aprendí que los seres humanos somos
básicamente incontenibles inventores/transmisores/consumidores de historias
con objetivos persuasores o de RRPP
(incluyendo, p. ej., a la de la famosa manzana
de Newton).
Historias generalmente ilusionantes,
motivadoras, esperanzadoras y muchas veces
amedrantadoras-perturbadoras-disuasoras-
inmovilizantes, para control y sumisión.
O tan desilusionantes como las que nos
hicieron creer los supuestos "expertos"
que malgestionaron la pandemia Covid-19.
¿Cómo coño puede ser alguien experto
en un asunto inédito?
SAPIENS STORY-TELLERS individuales.
Comunicándonos uno a uno.
Cerebro en intercambio con cerebro.
Y nuestra narrativa se modifica y distorsiona
con cada nueva transmisión.
Por eso la exposición de las audiencias
a los anuncios publicitarios necesita ser
frecuente y redundante. Como la
propaganda política y religiosa.
Repetición. Repetición. Repetición.
Pues así funciona nuestra memoria, (al
menos a la luz de la neurociencia actual).
Evocamos un recuerdo, lo modificamos y
lo guardamos, tal como un archivo Word.
Así como en física cuántica medir algo
significa alterar lo medido, nuestra memoria
altera cada recuerdo evocado.
Un útil recurso para muchos políticos:
"Si no tienes razón, confunde bien las cosas",
aunque tiren de hemeroteca audiovisual. ☺︎
Gif animado de las 2 funciones que
nos hicieron algo menos animales (con
el perdón de ellos) y más pensantes:
1) el desarrollo del córtex frontal y
2) los utilísimos pulgares oponibles...
(¿habrá previsto el diseñador
universal que un simple pulgar se
transformaría un día en rentable
dispensador de "LIKES"? >>>
El neurocientífico Facundo Manes afirma:
"el cerebro es el único órgano en el universo
que intenta estudiarse a sí mismo" (infiero:
al menos hasta donde podemos enterarnos).
Se dice que las capacidades cognitivas de
nosotros, auto-denominados sapiens sapiens,
evolucionaron súbitamente en pocos
milenios por incidencia de 3 factores:
1) Los ancestrales PETROGLIFOS
–primigenios WhatsApps rupestres– que
dieron origen a la expresión de nuestro
lenguaje escrito y oral.
2) La INTERACCIÓN SOCIAL
Desde entonces comenzamos una masiva
huida palante a hombros de nuestro
instinto gregario.
Una carrera que, de repente, en poco más
de 200 años, nos condujo a digitalizarnos,
des-materializarnos, e ir delegando nuestra
percepción de la realidad en una voraz
compilación acumulativa de toda la
inteligencia humana, alojada en tremendos
reservorios artificiales potentemente
interactivos. La IA, o AI.
Reservorios de algoritmos intangibles pero
físicamente transportados, disipando calor
en profundidades submarinas (aunque nos
vendan la fantasiosa analogía de la "Nube").
3) EL ENGAÑO TÁCTICO
Un factor persistente que continúa
condicionando nuestra evolución:
parole, parole, parole... mentiras políticas,
mentiras comerciales, mentiras conyugales,
estafas piramidales, guerras sucias, guerras
frías, fake-news, inadvertidos boots, sesgos,
phishing, confusos trolls, etc.
Estamos llegando a
un gran punto de inflexión.